martes, 22 de julio de 2008

Mientras sea real...

Mientras el cielo me regala ese paisaje incomparable, aquel donde el crepúsculo neutro invade mi alma, donde el día y la noche se funden siendo uno, perfecto, ideal, soñado…
Giro mi cuerpo en un intento de retener para siempre tu imagen en mi retina, tiene algo de eterno, de sublime esa forma de mirarte, de entregarte mi vida en cada segundo, de ofrecerte todo lo que soy y lo que dejo atrás con este nuevo amor.
Mientras el aire se nutre de tu fragancia exquisita, y tu piel da razón a mi sexo, tomo un sorbo de café y enciendo un cigarrillo delimitando mi presencia con tu sombra que se esfuma en esta habitación. Paredes que fueron testigos del encuentro sin límites entre sabanas de seda y promesas sin urgencias.
Me tomas entre tus brazos, logras detener el tiempo, como si el mundo se detuviera a contemplar este amor indefinido, sin formalidades, solo con ese pensamiento que nos hizo olvidarnos de nuestros fantasmas, ese deseo imperioso de dejarnos llevar por el tiempo.
Besas mi boca recordándome el derecho indiscutible que tienes sobre mí, acaricio tu cuello como quien encuentra el paraíso. Me miras a los ojos anestesiando mi pasado, ese pasado turbio, ese pasado que se acerca con ansias de poder sobre mi presente, pero ya no le temo porque cuando estas a mi lado, cuando tu cuerpo engalana el roce de mi pelo y mi corazón vuelve a latir por inercia ante este porvenir todo ese pasado se debilita, los recuerdos que violaron mi cordura son el aprendizaje que hoy me hace estar a tu lado, cruzar océanos, hablar sin palabras y gritar amor en silencio...
Hasta que esto dure cumpliremos aquella promesa de invierno, entre una lluvia crispada que desnudo nuestros cuerpos, porque mientras esto dure seremos eternos…

No hay comentarios: